Cero en geometría

DEl autor Frederic Brown. Me identifico con el personaje, es difícil darle forma a los objetos, enmarcar los límites, entender que hay que reproducir exactamente nombres y fórmulas. La Matemática y sus derivados provocaban mil atisbos de anorexia nerviosa en mí, cada examen en la Secundaria vestía de sudores fríos las manos y una sensación de mareo que sólo huía cuando llegaba la hora de entregarlo, despedirse, arrancarlo de los dedos y las dudas. En el Pre fue diferente, el segundo año con la frescura de los 16 atrajo a un maestro mulato y sudoroso al que no me gustaba sonreír y me suspendió por una décima, en ese momento acepté mi ignorancia, de por vida. Ya para el tercer año del Pre, se robaban los exámenes y todos entrábamos al redil de los aprobados, notas idénticas, idénticas respuestas y los maestros pasaban sus visitas con las autoridades municipales y una palmadita al hombro. Tiempos que no quiero contar, porque después el fraude afectó a quienes, como yo, no sabían que la mentira llegaría a los números en el escalafón y Karla que era quinta, pasó a primera. Y Diego que era el diez, se fue al uno. Y con ellos sus amigos y novias y novios, formando una nueva forma geométrica con la que aún hoy tratamos de explicarnos aquella maqueta del nuevo hombre  que seríamos...