10 junio, 2012

La maldición

Cuando murmuré a su oido aquel regaño, ella levantó los ojos y supe que la niña se había ido. Lo peor fue la palabra,  lava brotando, entre sus dientes: Bórrate.

2 ¿Qué me cuentas?:

Melvin Rodríguez Rodríguez dijo...

Pequeño y poderoso. Me ha gustado su misterio y lo poético de tu prosa.

Saludos.

Unknown dijo...

No me gustan las máscaras. Cuando tenía 18 años una máscara por carnavales, (yo hacía guardia en una farmacia) se me acercó, me empezó a contarme cosas de mi, que aún pienso que pudo haber sido mi propia madre.
Amiga, gracias por compartir.
Jecego.

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